Aquel niño desahuciado por los médicos
con el único diagnostico verval de:
(no se puede hacer nada por el y no llore por la
calle para evitar que se lo quiten para el deposito)
A partir de
ese momento fui recuperado casi de milagro por un medicamento para vacas de
leche, como ultimo recurso, recetado por una piadosa señora a la que todo su
conocimiento medico le venia de cuidar de su ganado.
Mis padrinos
de bautismo fueron Teodora y Enrique dos vecinos que se ofrecieron a serlo pues
en esos tiempos nadie estaba por la labor dada la precaria economía reinante.
Fui
creciendo como casi todos los niños de aquellos tiempos, casi cebado con
tazones de leche y pan migado, y golpe de zapatilla de mi pobre abuela si no comía y
todo lo bueno que mi madre me pudo dar
que fue mucho.
Casi no
recuerdo el primer colegio de no ser por los comentarios de mi madre, sobre los
seis años fuimos trasladados al cruce de Villa verde a una casa más digna con agua corriente y otros servicios
básicos, en aquellos tiempos un regalo de Dios.
Mi madre era
una cocinera de primera y un ama de casa de las de antes, recuerdo las
navidades en las que mi padre traía un pavo, o un cordero, ya mi madre había
hecho rosquillas, licores y otras ambrosías para la fecha.
Como estudiante
no fui muy brillante, teniendo en cuenta que para los perdedores de aquella
reciente guerra los maestros del franquismo no ponían gran empeño, si para
enseñarnos marcialidad, canciones, himnos del momento y una historia de España
confeccionada a su antojo en la que aquel que no era franquista, era
sencillamente rojo.
A partir de
esos años ya cuentan mis recuerdos propios, mi niñez en un barrio de trabajadores
rodeado de familias numerosas y por tanto numerosos amigos entre los que no
faltaban ladroncillos golferas y otras hiervas entre los que aprendí a moverme
y también a protegerme.
Los juegos
de temporada como las bolas, las chapas, la peonza, los cromos y otros muchos más,
invención de una juventud sin muchos
medios pero con mucha inventiva para
pasarlo bien.
El tiempo
fue pasando volvimos a cambiar ,fuimos a otro nuevo barrio La colonia de
hermanos García Noblejas construida para guardias civiles y policías , pero que
por estar lejos del centro muchos de estos privilegiados del régimen rehusaron
a ocupar , así que medio barrio era de polis y el otro medio de currantes o
rojos que era lo mismo, no quiero contar las que se liaban de vez en cuando
entre los niños de un lado y de otro, era una casa mas grande, mejor construida,
mi padre había prosperado en su trabajo el taxi que conducía era suyo y podía permitirse ciertos caprichos (Porque allí
mandaban sus cojones)
Este hombre
(mi padre) tenia por costumbre dosificar el dinero gota a gota a mi madre, cada
día al venir de trabajar le daba una cantidad estipulada por el para hacer la
compra diaria, mi pobre madre tenia que dar grandes caminatas para estirar el
dinero que a duras penas le llegaba para lo mas necesario, si en algún momento
ella osaba queja alguna ,el la salía al paso con muy malas formas para ponerla
al corriente de los pagos que tenia que hacer uno por uno, una lista
interminable tediosa de aguantar por absurda y embustera.
Aun así mi
madre guardaba de moneda en moneda lo que buenamente podía para comprarnos
alguna cosa con la que pasar los reyes con algún juguete, eso si el no se daba cuenta y se lo pedía.
En mi casa
nunca se celebro un cumpleaños u otra celebración parecida por miedo al ogro,
pero si veíamos como el aparecía con caprichosos regalos para su gran
entretenimiento que eran los aviones, regalos que según el le hacían sus amigos
(Descarada mentira) y alimentarse de filetes de ternera con patatas fritas y plátanos
de postre, o comprarse tebeos y revistas de aviones de ultima tirada.
Yo avía
dejado el colegio con casi catorce años
por iniciativa propia y mi deseo de aprender un oficio que era a lo que
cualquier hijo de vecino podía aspirar, los estudios eran solo de ricos y yo no
servia para ellos; Una vez había visto a un mecánico diagnosticar una avería
con solo oír el motor, aquello me impresiono y desde entonces soñé con ser mecánico.
Un lunes me metió
mi madre un mono bajo del brazo un bocadillo y dos pesetas para el tranvía, allí
comenzó mi andanza laboral, a los dos días encontré mi primer trabajo por el
que empecé a cobrar ciento veinticinco pesetas al mes en TRADISA la única
empresa de transporte de coches en España.
Como no había
plaza de aprendiz de mecánico, en espera de ello entre de botones en la oficina
para lo que hace un botones, recados ir y venir a por el correo etc.
Me hice un
pirata y el rey del sise, empecé a fumar y a costearme el baile los domingos,
Asunción que
así se llamaba mi jefa me cojió mucha estima y no quería que pasara al taller
en calidad de aprendiz de mecánico, quería hacerme contable como ella y para
sobornarme me daba dinero para los domingos.
Encontré
otro taller y me traslade, empecé barriendo que era como se empezaba entonces
en cualquier oficio, a ir a los recados a por los bocadillos a llevarme
collejas de losa oficiales y también a putearles de vez en cuando.
El tiempo
fue pasando, yo aprendía mas deprisa que los demás me gustaba mi trabajo, los
clientes pedían que yo les atendiera sus coches y con diecinueve años era
oficial de primera, tenía mi taller montado y podía diagnosticar las averías
por el ruido como aquel mecánico que vi. una vez.
La mili mal
trance para interrumpir la trayectoria de cualquier joven de entonces pero era
obligatoria y no había mas opción, deje un taller funcionando y cuando me
licencie solo encontré una nave vacía y un socio egoísta que por intereses vio
el camino libre para deshacerse de mi.
Decepción
por sentirme traicionado y por otras cuestiones personales me hicieron pensar
en tirar por otros derroteros para buscarme la vida, un día llegue a mi barrio
y un amigo que compro un camión me ofreció trabajar con el, la curiosidad por
conocer y de paso también aprender otras
cosas me hicieron aceptar la oferta, así que comencé a ser camionero; Entonces
no era como hoy que te sacas el carnet y ya esta, había que aprender el oficio,
atar las cargas acondicionarlas, el mantenimiento del camión etc.
Los trailers
eran la gran novedad del momento en España eran desconocidos, tenían una
leyenda negra de asesinos de conductores, camiones peligrosos y no se cuantas
cosas mas
pero ami me
gustaban y en pocos meses me puse al día, en la empresa me daban los trabajos
que los demás no querían hacer, lo que para ellos era miedo para mi era un reto
y gracias a mi empeño siempre salía airoso.
No querían
ir a Galicia porque era la peor ruta, no querían ir a Santander porque había
que bajar el Escudo, yo no ponía peros y al mismo tiempo que aprendía era el
mejor mirado y también pagado de la empresa.
Estuve en
muchas empresas, hice nacional, internacional a mi antojo conocí España Europa
de cabo a rabo, mis conocimientos de mecánica me facilitaban reparar averías
que otros no podían
siempre volvía
aunque fuera con medio camión desmontado.
Me
especialice en transportes especiales, siempre a mi alrededor avía alguno para
que le enseñara a hacer esto o lo otro, o le dijera porque su coche sonaba así
o asao,
Descubrí
entonces que la gente cometía el error de quererme por lo que savia y no por
como era, eso me ha ayudado a quitarme mucho aprovechado de mi camino a lo
largo de los años.
Muchos me
criticaron porque era autosuficiente, eran amigos de conveniencia, para mi solo
compañeros interesados de los que me fui deshaciendo poco a poco, me encontraba
con veintiséis años arto de pasármelo bien conocer sitios y ser independiente.
Llego el
momento que cualquier sitio me aburría, no me divertía con nada me pasaba el
tiempo dando vueltas aquí o allá así que pensé en echarme novia, conocí a mi
actual mujer me enamore y nos casamos.
Como recién
casado no me apetecía alejarme de casa por largo tiempo así que busque trabajo
en un taller mecánico y comenzamos a vivir; Durante algunos meses todo fue bien
pero aquel patrón me hizo encargado y responsable del taller a partir de ahí se
debió de pensar que tenia que dormir en el tajo y empezaron los problemas, nació
mi hija y este usurero me dijo un día que primero era su taller y luego mi familia,
así que encima que pagaba poco me quiso tomar por jilipollas, pues le
mande cerca , luego se murió el muy
cabrón.
Volví a la
carretera, nuestra situación económica empezó a cambiar para bien, era un
sacrificio dejar solas a mi mujer y a mi hija pero valía la pena el bienestar
de mi familia, no había horas en esos tiempos no existían tacógrafos ni normas
de conducción solo malas carreteras y horas y horas sentado mirando para
adelante pero era joven y mi cuerpo lo aguantaba.
Un día mi
padre me ofreció trabajar con el taxi, por aquello de no estar lejos accedí y comencé
a trabajar de noche así le quitaba a el de pasar los riesgos de ese orario, al
poco tiempo coincidí con un conocido que me ofreció hacer un reparto de truchas
para descargarle a el del mucho trabajo que tenia también accedí así que
trabajaba en el taxi de las ocho a las cuatro de la mañana y luego con mi coche
repartía las truchas por las pescaderías venia a terminar a las nueve o diez de
la mañana; Aquello fue prosperando a tal punto que me ofrecieron quedarme fijo
y comprar un camión, el camión se compro y aquel trabajo fue muy bien asta que
una gran sequía acabo con las dos piscifactorías que tenia aquella empresa.
El camión se
vendió y como iba a nacer mi hijo y no tenia seguridad social me puse a
trabajar de peón de albañil en Rumana así que todos los días íbamos de Alcalá
de Henares a tres cantos a trabajar, en pocos días dados mis conocimientos el
jefe de obra me coloco en el almacén para arreglar pinchazos de las maquinas,
arrancar compresores, controlar herramientas, en fin otro caso mas en el que mi oficio me libraba
de pasar frío en la obra,
Una vez
solucionado el nacimiento del niño me fui con Pattier a hacer carretera, tres viajes
semanales de Ávila a Moncada y Rechat Barcelona.
Estando haciendo esto vino la crisis del ochenta y uno y el tipo nos propuso ir
a Arabia Saudita y una vez allí vendernos los camiones, todo resulto ser un fraude mas y nos vimos
casi un año sin poder mandar un duro a casa en condiciones de aventura en el
desierto; El tal Pattier era un jilipollas mas de la manada de empresarios clásicos
españoles que cuando ve la cosa mal huye y deja embarcados a los demás,
el resultado
fue eso una aventura de la que fuimos rescatados por Juan Carlos y su amistad con el rey árabe pues allí todos
los partidos querían sacar petróleo pero solo trataban de engañarnos y
adjudicarse un tanto para las elecciones.
Nos
repatriaron y por mediación del ministerio de transportes nos concedieron un crédito
a fondo perdido para paliar las deudas que se nos fueron acumulando durante la
aventura, el resultado fue que para ese crédito era necesario avalarnos unos a
otros, según ellos un requisito de puro tramite, nada importante, luego de ir a
cobrar dicho chollo se nos retenía un treinta por ciento por otro requisito sin
importancia mas un mogollón mas por gastos del préstamo o sea que de quinientas
mil pelas que concedieron yo en concreto recibí
doscientas cincuenta mil, pues ya se sabe; El resultado de esta mentira
conchabada por el ministerio de transportes el recién entrado partido
socialista mas la caja postal de ahorros fue que al año de recibir el dinero
nos embargaban los vienes ya que el crédito ni era a fondo perdido, ni los
avalistas eran puro tramite, así que nos vimos unos y otros avalistas haciendo
frente a una deuda fraudulenta causada por un gobierno de mentira que mas que
ayudar agravó nuestro problema aún mas, por las doscientas cincuenta mil
pesetas que me dieron tuve que pagar un millón
doscientas mas o menos.
Bien, una
vez en casa encontré trabajo en Torrejón de Ardoz en una empresa de barcos de
recreo regida por un señor cruce de moro con francés, usurero, embustero y
ladrón al que debido al bajón anímico que padecía después de la aventura
anterior fui soportando, una vez reestablecido me di cuenta que tal bicho no
era digno de tenerme a su cargo, me mandaba de viaje sin darme dinero para
comer, cuando no había viaje me tenia en la fabrica haciendo otros trabajos
como tapizar barcos o hacer fibra de vidrio, después de aprender estos dos
oficios , comencé a cobrarme lo que este ladrón me avía robado, no tuve
compasión con el pues estos que roban luego suelen ser jilipollas y presa fácil
si dan con alguien que sabe contar con los dedos.
Quede claro
que nunca fui un ladrón o injusto con quien fue justo conmigo, pero quede claro
también que quien intento robarme el sustento de los míos lo pago de una forma
u otra y siempre en mayor cuantía, para
mi solo fue aplicar mi ley de compensación.
Por
mediación de un compañero comencé a trabajar en Marca era una empresa de
transportes especializada en vigas de
gran longitud para puentes, en esos menesteres emplee algunos años mas o menos
bien vivíamos y la familia prosperaba, comíamos ,pagábamos y nos podíamos dar
algún capricho de vez en cuando, un día regresando de un viaje accidentado, me
encontré con un compañero de los de Arabia Saudita, que me ofreció el camión
que el tenia pues el iba a comprar otro mas potente y bla bla ; Me pareció bien
por aquello de prosperar y comenzamos la
operación, me quede con el camión que luego resulto ser un poquito mas caro de
lo que aviamos tratado pero bueno empecé a trabajar, dado que yo no estaba en
condiciones de ser autónomo este “amigo” me ofreció darme de alta como
conductor de su empresa así lo hicimos pagándome yo los seguros sociales claro
mas los gastos de gestoría, Mas todos los demás como es lógico, dada la
confianza que el y yo teníamos yo no ponía mucha atención en las cuentas, error
por mi parte pues su mujer que era quien se ocupaba de de tal menester, digamos
que se equivocaba con demasiada frecuencia, en todas las ocasiones a favor de
ellos.
Ser
propietario de un camión a nombre de otro no me hacia mucha gracia y mucha
menos ver como esta señora me robaba descaradamente, pero tuve que aguantar
pues me pillo la reforma de las leyes en las cuales tenia que acceder al titulo
de transporte por estudios.
Así lo hice
durante muchas noches y días estudie me prepare ante la estupefacción de muchos
que se creyeron superiores a mi por inteligentes pero que luego fueron
suspendidos cosa que ami no me paso yo fui aprobado y titulado; A partir de ese
momento tome posesión de mi camión, podía facturar pagar mis gastos y liberarme
de tanto mangante que en este gremio existe.
Como yo solo
tenia la tractora, necesitaba un
remolque así que tuve que trabajar al enganche pagando un alquiler, por ese
tiempo conocí a un tal Sánchez en Alcalá de Henares que apiadándose como todos
de mi se ofreció a venderme su remolque pues el quería comprar otro mas
moderno, accedí pero como ya estaba escarmentado por tanto amigo de buen corazón
hicimos un trato al principio muy ventajoso para el pero que a la larga le reventó
en sus hocicos,
por su usura
y tacañería, el trato fue el siguiente , veinticuatro plazos de ciento cinco
mil pesetas por un remolque que los dos sabíamos que estaba tasado en
setecientas mil pesetas, mientras el me daba trabajo, como yo necesitaba el
remolque comenzamos a trabajar , cada mes yo le pagaba un recibo que el
confeccionaba de un talonario guarriflú comprado en una papelería cualquiera
sin mas ; El sabia que me había engañado pero según trabajábamos día a día
juntos se fue dando cuenta que yo de tonto tenia poco, al tratarnos y
conocernos mas de cerca fuimos dándonos cuenta de que el no iba a cobrar los
veinticuatro recibos, ni yo estaba dispuesto a pagárselos, de esta forma y por
buenas composturas llegamos al acuerdo de pagarle diez que se acercaba mas a lo
justo y no la cifra abusiva del primer
trato, y e de reconocer que de los usureros que en la vida me rodearon, Manuel Sánchez
el gordo fue el mas humano, simpático y buen compañero que en este angosto
camino me encontré.
Durante
todas estas vivencias, aventuras y experiencias yo aprendía y mis hijos crecían
calentitos en invierno y fresquitos en verano con la barriguita llena y sus
necesidades cubiertas que en realidad era por lo único que merecía la pena
luchar.
Allí pasamos
ocho años mas o menos , al comenzar la crisis del noventa y dos vendí el camión
y montamos una tienda de telas, que no fue como esperamos, otro embolado del
que a duras penas salimos, termine como un gitano cualquiera vendiendo prendas
por los mercadillos y pagando deudas de otros.
En Ocaña
conocimos por mediación de unos vecinos a una pareja de Yepes pueblo vecino a
Ocaña donde mi mujer trabajaba, en el que avía talleres de confección regidos
por la usura de costumbre, yo avía encontrado trabajo en Uniarte y Merce en un taller de Yepes, los problemas económicos
nos querían poder y otra vez mas tiramos para adelante, nos quedamos limpios de
deudas y nos trasladamos a Yepes, estos amigos nos hablaron de un prestamista
del pueblo que nos podía ayudar a encarrilarnos, bien pues no lo dudamos y
fuimos a verle, de tal elemento solo sacamos en conclusión que era un cacique
que se aprovechaba de la ruina de los demás para hacer dinero, este tío se
presto a alquilarnos una nave para montar un taller de confección, nos prometió
apoyo y asesoria, al poco tiempo nos vimos con un taller montado con su
maquinaria correspondiente y unas cuantas mujeres trabajando, nos aviamos
echado de socia a gema una persona buena pero laboralmente inútil y a su marido
Juan Carlos aun mas inútil que ella y que solo valía para ir a por tabaco y
pasearse por el pueblo presumiendo de empresario.
Todo
funcionaba como cualquier empresa que empieza , mas pagos que ingresos y apuros
para hacerles frente pero íbamos adelante tanto que el buitre o cacique vio una
forma de negocio y se ofreció como nuevo socio con la condición de que echáramos
a Gema y su marido, como siempre hemos sido honrados nos pareció una traición y
no accedimos a ello, a partir de ese momento el buitre se sintió humillado y
ante nuestro desprecio comenzó a urdir su venganza convenciendo a las
trabajadoras empleo en otros talleres y aprovechando la cobertura de que nos
atrasamos unos días en los pagos de las nominas para ponerlas en nuestra
contra, como siempre a habido y sobretodo en un pueblo donde todos se conocen,
mentes débiles , fáciles y mucho estomago agradecido, algunas empleadas
comenzaron a denunciarnos otras a sabotear las prendas con tijeretazos, a todo
esto la suma de dos clientes que se escaparon de pagarnos los últimos trabajos
y los sindicalistas que se presentaron amenazando con hacernos una sentada en la
fabrica el lunes próximo.
Tomamos la decisión
de desalojar la nave durante el fin de semana para que los señores
sindicalistas y su plebe se pudieran sentar a gusto.
De todo esta
historia y al liquidar la seguridad social quedo un resto que según el gestor
de nuestra empresa no tenia importancia alguna pues al haber presentado ya el expediente estaba fuera de
plazo y no había que abonar pues bla,bla,bla, en resumidas cuentas un día se
nos presenta con un lío de mil demonios y un montante de setenta mil y pico
euros; el gestor al haber pasado tanto tiempo se había deshecho de nuestros
documentos y como pasa siempre nos quedamos con cara de tontos y a apechugar y
pagar para evitar la subasta de nuestra casa.
Mi mujer
monto un taller clandestino, yo encontré un buen trabajo con el que durante
trece años hemos vivido bien, luego pensando en estar mas cerca de casa y dejar
tanta carretera busque trabajo con una empresa de basculantes de Segovia con la que entre unas cosas y otras sea
presentado la crisis y después de soportar toda clase de abusos laborales por
parte de dicha empresa hemos sido despedidos, la situación es la siguiente,
parado con sesenta y un años, un paro de dieciocho meses y sesenta y tres
cuando lo termine, sin esperanza de encontrar otro trabajo y a dos años de la
jubilación.
Hartos ya de
esperar algún movimiento en la resolución del tema seguridad social nos pusimos
en contacto con la abogada que llevaba el caso, esta nos dice que seria
aconsejable que nos personásemos en los juzgados de Toledo para interesarnos de
primera mano, así hicimos, que sorpresa la nuestra cuando nos comunican que el
juicio salio hace tres años, que el caso esta archivado y tenia quince días
para apelar.
Nos pusimos
en contacto con el prestigioso bufete de Madrid en el cual nos pidieron
disculpas mil, consejos diez mil pero en conclusión nada que hacer, ¿a quien
denunciamos? ¿Que hacemos? Pues nosotros lo vamos a decir, ya estamos cansados
de luchar contra tanto sinvergüenza, ladrón y especulador y sencillamente nos
vamos a dejar llevar por nuestro destino y vivir de la pensión de jubilación,
si es que estos vampiros buitres o como quiera que se llamen no cambian la ley
y después de casi cincuenta años trabajando nos mandan a morir al monte como hacían
con los ancianos indios.
Creo
honradamente que no se nos puede acusar de no haberlo intentado, mi mujer por
un lado trabajando duramente y apoyándome, yo dejándome los huesos día y noche
por las carreteras para que tanto parásito y tanto buitre cebe sus buches.
Aun así
damos por bueno, tener salud, no habernos lucrado nunca del sudor de los demás para poder vivir, haber sido los engañados no lo contrario y que cada uno pague por lo
que haga.
Hemos preservado
a nuestros hijos de todo lo malo que les pudiera amenazar, trate de ser para ellos el padre que no tuve,
los hemos podido ver casados, independientes y felices, para nosotros es un orgullo
y un objetivo conseguido aún siendo por los pelos.
Lo próximo
tratar de ayudarles en todo, si no dándoles porque no podemos, no pidiéndoles
para que ellos puedan.
Por todo
esto jamás nos arrepentiremos por haber perdido algo, realmente solo han sido
cosas materiales necesarias pero de poco valor humano, cosas que nadie se puede
llevar a la tumba e inservibles cambiadas por sensaciones y alegrías que no morirán
aunque nosotros ya no estemos.
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