sábado, 16 de mayo de 2015

MORIRSE, POR FANDANGOS



Soñando con velatorios,
se oyó sonar un fandango
soñando con velatorios,
era el Cabrero cantando
la muerte pareció un sueño,
del que me fui despertando.

La vida a mi me enseño,
que morir es descansar,
la vida a mi me enseño,
estar un tiempo allí, y luego,
volver a bajar aquí,
a empezar todo de  nuevo.

Quisiera saber el sitio
donde va a bajar mi madre,
quisiera saber el sitio,
para esperar con orgullo,
protegerla, abrazarla,
y otra vez, ser hijo suyo.

Imposible que se pierda ,
esa fuerza que nos mueve,
no es posible que se pierda,
las almas son inmortales,
es el cuerpo el que se muere,
achacoso por sus males.

por ver si en verdad he muerto,
que suene junto a mi caja ,
por ver si en verdad he muerto
un fandango no muy alto
                                                               y si lo canta el cabrero,
lo mismo hasta me levanto.

Jamas yo force a cualquiera,
a aguantarme o a quererme,
jamas yo force a cualquiera,
 doy gracias por tener suerte,
que mi mujer me siguiera,
queriéndome hasta mi muerte.

A los que no me quisieron,
 siempre los tuve tachados,
a los que no me quisieron,
como a un castigo del Cielo,
 un fandango mal cantado,
o un falso calvo con pelo.

A esos hoy les toca en suerte,
una frase corta y clara,
a esos hoy les toca en suerte,
por activa o por pasiva ,
"Estáis fuera de mu muerte,
 lo mismo que de mi vida"

Por ejercer la verdad,
tuve muy pocos amigos,
por ejercer la verdad,
preferí caminar solo,
sin tanto listo detrás,
o tanto tonto del bolo.

Para enterrar a un cualquiera,
tan solo anoto una fecha,
para enterrar a un cualquiera,
cargo mi almario de olvido,
y luego tiro la percha,
donde colgué su cariño.

Prefiero  pocos conmigo,
y la emoción en sus ojos,
prefiero  pocos conmigo,
que mucho tonto llorando,
con disfraz de buen amigo,
como a otros les va pasando.

Mis manos fueron sustento,
mi fuerza mi libertad,
mis manos fueron sustento,
a nadie le debo nada,
y a nadie me vino a dar,
ya puedo morir contento.

Me guió siempre mi instinto,
y mis ganas de aprender,
me guió siempre el instinto,
y me supe defender,
entre egoísmo y gentío,
con muy poco que ofrecer.

Aquí estoy amortajado,
después de toda una vida,
aquí estoy amortajado,
ningún reproche a los míos,
les di todo cuanto pude,
que me quiten lo bailado.

El mudo







No hay comentarios:

Publicar un comentario