Inmaculada dama de la
decencia,
con el retrovisor mal
enfocado,
por no mirar atrás a
tus vergüenzas,
el desastroso hacer de
tu pasado.
Esmerada crack de la
cocina,
olvidaste pronto los
días aquellos,
cortando sin descanso cocaína,
haciendo pura vida de
camellos.
En tan tenue presente
disoluto,
las chinas de hierba te
espantaban,
cuando fuiste la reina
del canuto,
y vi con que placer te
los fumabas.
Hoy te suena a charanga
la canción,
cómplice claramente
aprovechada,
urdiste sin clemencia
la traición,
y distes sin piedad las
puñaladas.
Como puedes dormir con
ese peso,
guardando en tu
conciencia tanto mal,
no eres un ser humano,
solo urraca,
sin nada de valor que
recordar.
Tu fealdad por fuera no importaba,
confundiste nuestros
sentimientos,
como se pudo ver nos
engañabas,
eran también feos
tus adentros.
Te salieron las cuentas
inexactas,
aquellas pastillas que
le dabas,
con tu conocimiento
autodidacta,
no pudieron con el cómo
tratabas.
Te cobrara la vida el
mal que has hecho,
tu conciencia será tu juez certera,
eres para nosotros un
desecho,
una foto borrada en la cartera.
Culpar de todo solo a
tu marido,
falta de dignidad y de
nobleza,
escribo lo que he visto
y he vivido,
al Cesar hay que dar lo
que es del Cesar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario