Quien pretende luchar contra la muerte,
cuando la muerte es la vida misma…
Permanecer solo es cuestión de suerte
ganándole a la muerte algunos días.
En esta continua guerra fría
de crueles guerreros incansables,
que atacan por la noche o por el día
como diminutas armas implacables.
No se paran a elegir la presa
no conocen edades ni estaturas,
actúan bajo el factor sorpresa
sin andarse complicando en conjeturas.
Abrir los ojos cada día solo es
haber vencido al día anterior,
ignorar y avanzar con sangre fría
frente a un enemigo superior.
Caen a tu alrededor sin defenderse
sin poner resistencia al enemigo,
no existe lugar para esconderse
porque allí donde estés está contigo.
Hay que marchar sin miedo, hacia adelante,
sin prestar atención a las batallas
porque solo depende de un instante,
el vencer a otro día o que te vayas.
El mudo
El mudo
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